Esta es una frase muy célebre de Voltaire que, según mi parecer, significa que es preferible hacer una cosa con una calidad buena en un tiempo razonable que hacer una cosa excelente o “perfecta” dedicando a la tarea un tiempo excesivo.
La búsqueda de la excelencia en todas aquellas tareas importantes que emprendemos es algo claramente positivo. Qué duda cabe que nuestro trabajo habla por sí solo; es nuestra carta de presentación al mundo diciéndole a todo aquel que se vea expuesto a éste quiénes somos y qué podemos aportar.
Además, ante la ingente competencia actual en todos los ámbitos de la vida profesional y artística, la excelencia es la mejor forma de destacar frente a la multitud. Ahora bien, una cosa es la búsqueda de la excelencia y otra bien distinta la obsesión por la perfección.
Puede que algunos de vosotros penséis que cuanto más “perfecto” sea el resultado de nuestro trabajo mejor para nosotros y nuestra reputación. La verdad es que la mejor estrategia que conozco para promocionar nuestro trabajo y dar a conocer nuestra marca es la búsqueda del equilibrio ideal entre calidad y dedicación.
A continuación voy a desarrollar estas ideas para que veáis de una forma más clara los inconvenientes y beneficios de seguir una u otra estrategia a la hora de darnos a conocer por medio de nuestro trabajo.
Los Males de la Búsqueda Obsesiva de la Perfección
A mi modo de ver, estos males son principalmente cuatro:
1. Costo Excesivo de Tiempo
La principal pega es el costo excesivo de tiempo que implica. En todo trabajo hay un momento en que la mejora del resultado que se puede conseguir es mínima y el esfuerzo y tiempo que hay que dedicar para conseguirlo ha crecido exponencialmente.
Saber identificar ese momento es clave para dar por concluida la labor y pasar a dedicar nuestras capacidades a otra cosa que requiera de nuestra atención.
2. Desgaste de Nuestras Energías
Obviamente, tratar de mejorar lo ya difícilmente mejorable nos genera un desgaste enorme. El estrés aumenta a medida que vemos las horas pasar sin obtener los resultados queridos.
Ese desgaste mental y físico a su vez implica una menor capacidad de concentración, por lo que nuestra productividad irremediablemente caerá en picado. Además, la creatividad necesita de claridad de mente, frescura y libertad. El desgaste producido por la búsqueda de la perfección también ahoga la creatividad.
3. El Aburrimiento de lo Repetitivo
Estar mucho rato concentrado en una misma tarea aburre y mucho. Nuestra mente necesita de nuevos estímulos y retos para estar despierta y ser productiva. El tedio que crea la búsqueda de la perfección en la mente embota la creación.
Aunque decidas dividir la tarea en períodos de tiempo, cuando te plantes de nuevo ante ésta, tu mente dirá: “¿¡Otra vez!? Pero que tostón”, y tu capacidad de concentración disminuirá, aún y acabar de empezar con la tarea.
4. La Dejadez de Otras Tareas También Importantes
De tener más de una tarea entre manos, como casi seguro que es tu caso, el dedicar un excesivo tiempo a una sola tarea irremediablemente conlleva la dejadez de otras.
Es decir, mientras una de tus tareas tendrá un resultado óptimo, las demás tareas que debías hacer y que quedaron en un segundo plano, o bien no las haces o las haces con una calidad que nada bueno dice de ti. También cabe la posibilidad de que las hicieras todas muy bien, pero con el consiguiente desgaste de salud que seguro que te produciría, y ya sabes el dicho popular: “La salud es lo primero”.
Aunque uno de tus trabajos fuera realmente bueno, si los demás trabajos no se hacen o no llegan a una calidad mínimamente aceptable, por culpa de la búsqueda obsesiva de la perfección, tu esfuerzo no se verá debidamente correspondido con sus beneficios. En otras palabras, tu marca, tu reputación como profesional, artista, estudiante, lo que sea, se verá seriamente perjudicada.
La Búsqueda del Equilibrio Ideal entre Calidad y Dedicación
Las ideas clave son:
(1) la calidad debe de ser como mínimo lo suficientemente buena como para representar adecuadamente tu marca (tu persona, tu trabajo, etc.). Aunque lo ideal es que la calidad sea lo suficientemente buena como para destacar sobre la multitud y diferenciarte del resto.
(2) El tiempo y esfuerzo dedicado debe de ser el mínimo posible para conseguir el resultado buscado.
(3) Ambos conceptos (calidad y dedicación) aumentarán o se reducirán en atención a la importancia de la tarea a realizar, siempre cumpliendo con el mínimo de calidad que arriba he indicado.
Cómo Encontrar Ese Equilibrio Ideal entre Calidad y Dedicación
Aplicando la sencilla fórmula que a continuación expongo vas a poder encontrar ese equilibrio ideal, consiguiendo de tu esfuerzo el máximo beneficio posible.
Establece una Gradación de Importancia de la Tarea
Para determinar cuán importante es la tarea a la que te enfrentas debes de preguntarte esta sencilla pregunta: ¿Cuáles serían los beneficios que obtendría de hacer muy bien la tarea? También ayuda preguntarse: ¿Cuáles son los perjuicios que acarrearía no hacer o hacer mal la tarea? Pues bien, a mayores potenciales beneficios y perjuicios mayores la importancia de la tarea en cuestión.
Tú eliges la gradación que utilizas para medir la importancia, a mi me gusta utilizar del 1 al 4. Siendo el 1 una tarea muy poco importante, el 2 importante, el 3 muy importante y el 4 para las tareas trascendentales o de máxima importancia.
A mayor importancia mejor resultado se debe de conseguir y, por consiguiente, habrá que destinar, a su vez, una mayor dedicación de tiempo y esfuerzo.
Cómo Identificar Cuándo Es Suficiente la Calidad de un Trabajo y la Dedicación Empleada y Dar por Concluida la Tarea
Cuando identifiques señales de agotamiento mental o lleves más tiempo del que habías programado dedicar, hazte esta sencilla pregunta: ¿Realmente vale la pena seguir en atención a los potenciales beneficios que obtendría o ya es suficiente?
Créeme, preguntarse a uno mismo esta clase de preguntas ayuda y mucho, pues el cerebro funciona como una máquina que hace lo que le pides: tú preguntas, él responde. La respuesta puede ser a veces una sensación, otras, en cambio, “escucharás” claramente lo que responde.
Una Última Consideración Acerca del Binomio Calidad-Cantidad
Aunque calidad es mejor que cantidad, sin cantidad la calidad difícilmente reportará valor alguno a nuestra marca.
¿Os imagináis que habría sido de Agatha Christie si sólo hubiera escrito unas pocas novelas? Si Agatha se convirtió en una de las escritoras más famosas, sino la que más, en la novela policíaca fue gracias a su calidad literaria, pero también a la ingente cantidad de libros que publicó. Creó una legión de seguidores que los tenía enganchados a sus novelas como el ratón al queso. Sus lectores esperaban ansiosos a la salida de un nuevo capítulo, un nuevo libro.
Es justamente eso lo que yo recomiendo hacer para que nuestra marca gane presencia en el mercado: la producción constante de obras de calidad. Es decir, hay que presentar muchas obras al público de forma constante y respetando los tiempos, esto es, ni presentarlas juntas ni muy separadas en el tiempo, y hacerlo siempre conservando el sello de calidad que diferencie tus obras y tu marca de la multitud.
Conclusión
Si sigues los consejos arriba explicados estoy seguro que tu productividad aumentará de forma considerable y, con ello, conseguirás que la presencia y el valor de tu marca crezcan rápidamente.
No os engañéis, ser excesivamente detallista y perfeccionista en el trabajo no es una virtud sino una cruz. A todos aquellos que, como yo en el pasado (y todavía hoy en ocasiones), os cuesta horrores dar por terminada una tarea, que parece que el resultado nunca es lo suficientemente bueno, os animo a decir: “¡Basta ya! Hasta aquí hemos llegado”.
Concluir ya el trabajo que estéis haciendo y poneros a hacer otra cosa. Vuestra salud lo agradecerá al igual que lo hará vuestra carrera artística o profesional.
Buscad ese equilibrio ideal entre calidad y dedicación y vuestra productividad se disparará por las nubes. Dejad respirar a vuestra creatividad y veréis que como dijo Voltaire: “Lo perfecto es enemigo de lo bueno”.
¿Y vosotros? ¿Sois perfeccionistas u os contentáis con un trabajo bien hecho? No olvidéis dejar debajo vuestro comentario, o bien decirme algo via Twitter.
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Cuando estamos pensando en que tarea o actividad debo empezar lo primero que debo hacer es identificar cual es la mas relevante y urgente; es como si pusiera en un balde muchas piedras pequeñas y luego una piedra grande, si pongo las piedras pequeñas en el fondo maximizo espacio y tengo a la vista la mayor, mas grande (mas relevante); calidad tiempo tambien tiene que ver con la eficiencia: el mejor trabajo en el menor tiempo utilizando todos los recursos disponibles que me permitan minimizar tiempo sin riesgo de perder calidad. @arkalo0
Buenas de nuevo. La verdad es que das en el clavo en tus posts.
He leido varios y me siento verdaderamente identificado…
A partir de ahora haré más caso a las sensaciones de mi cerebro , sobre todo a la sensación de : dejalo ya! .
Creo que soy un yonki de la información xdxd.
😉
Un saludo.
Gracias David,
Pues sí, si no ponemos límites pasa el tiempo y no avanzamos.
A mí me pasa bastante eso de querer siempre mejorar lo que hago pero llega un momento en el que tengo que dejar ir lo que estoy haciendo y pasar a otra cosa.
Es muy frustrante trabajar en algo y no acabar de darlo por terminado.
Saludos,
[…] Ten en cuenta que el tedio es el enemigo número uno de la creatividad. Si quieres saber más sobre cómo evitar la búsqueda de la perfección léete este artículo: “Lo Perfecto es Enemigo de lo Bueno”. […]
Totalmente de acuerdo contigo David. Yo he experimentado en mi vida diaria y laboral lo que es una dedicación excesiva para nada. La cantidad ingente de tiempo inútil empleado para que al final no sirviera de nada, con el consiguiente deterioro de la salud. No he sabido hallar un atajo para encontrar la solución de una manera diferente.
Ahora, intento ir al grano y eliminar lo superfluo. Me cuesta, porque aún soy “imperfectamente” perfeccionista.
La auténtica perfección es otra cosa, es más simple.
Un saludo.
Hola David! Gracias por esos consejos, son excelentes y me han motivado a seguir escribiendo. Pensé que estos pensamientos de “no lo lograré” eran cosas que sólo me pasaban a mí. Eres un excelente motivador!!! Felicitaciones! Estaré pendiente de tus nuevos aportes.
(Disculpa el sesgo de docente universitaria, no lo puedo evitar!)
Saludos cordiales desde una Caracas maltrecha!
Aleska Cordero
Un buen amigo me ha mencionado solo la frase y había tenido mis dudas, pero luego de leer este artículo creo haber encontrado el antídoto a mi mal de ser imperfectamente perfeccionista como el comentario anterior, sobre todo si se pretende ser un profesional. Muchas gracias
Antes que nada agradecer por el articulo ya que me ha servido de mucho para tomar una desicion respecto a lo que realmente es productivo para mi puesto que me siento muy agotado… No es si no cuando te preguntas,¿Realmente vale la pena seguir en atención a esta tarea y si los verdaderos beneficios son suficientes? cuando te das cuenta de qué es lo que te perjudica y atenua tu salud y vitalidad. Gracias!
Excelente desarrollo del tema ! He quedado completamente satisfecha y segura estoy q me será de mucha utilidad. Muchas gracias. Atte.
Gracias…lo que me enseñas era algo que estaba presientiendo, ahora se que a casi todos nos puede ocurrir. Querer escribir y no enciontrar como hacer un hábito es un asunto de ejercitarse.