fbpx

Principios de Productividad: Vida Proactiva VS Vida Reactiva

escrito por  David Cantone

Las horas pasan y la faena, ese trabajo que realmente importa, no acaba de estar hecho.

¿Qué ocurre con mi vida? Paso el día ocupado en tareas pero cuando llega la noche estoy insatisfecho con el resultado. No ha sido un día productivo a pesar de haber estado ocupado todo el día”.

Estoy convencido que este diálogo interno te es familiar. Lo sé porque yo mismo lo he tenido muchas veces, y aún lo sigo teniendo de vez en cuando.

Qué es una vida reactiva

La vida reactiva es aquella en la que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo de trabajo reaccionando a mensajes de otros. Nuestro trabajo está sujeto y depende de lo que otros nos digan o pidan.

Imagina que justo ahora llegas a tu puesto de trabajo. Estás sentado en tu oficina delante del ordenador. Abres el correo y ves 10 mensajes de personas que te pidan hacer algo. Poco después empiezas a recibir llamadas de gente que te plantea problemas o cuestiones que necesitan de tu atención. Cuando por fin te dispones a avanzar con la faena llega tu jefe y te dice que necesita tal o cual documento. El ordenador no responde. Empiezas a hacer otra tarea mientras despierta. Espera que ya funciona. Dejas la tarea y retomas la que justo habías aparcado. Un momento voy a abrir el correo. Tres nuevos mensajes que te piden cosas. Acaba la jornada, estás estresado y cansado. ¿Has trabajado? Sí, y mucho. ¿Has producido? Poco, bien poco. La cantinela como ves se repite. Así día tras día tras día. Esto es vida reactiva.

Llegas a casa. Estás delante del portátil. Quieres escribir un libro. Han pasado 2 meses y tan sólo tienes 20 páginas escritas y ni tan siquiera se puede decir que sean definitivas. Voy a abrir el correo. Bueno a escribir sea dicho. Llaman. Céntrate, que pasa el tiempo. Me cuesta horrores. ¿Por qué? Liberaré un poco de fatiga mental, voy a ver que se dice en Twitter. Respondo unos tweets y a escribir. ¡Espera! Un nuevo post de David Cantone, tiene buena pinta. Uff, qué largo, será mejor que lo deje para otro momento. Me han puesto algo en el muro. 30 minutos después… Pero bueno, que hago, así no hay quien se concentre. En el comedor alguien ha puesto el televisor muy alto. Me pondré música relajante para amortiguar el efecto. Un poco de Spotify. Qué pesados con la publi, así no hay quien se concentre. Me quito los cascos pero la TV aún se escucha fuerte. A ver qué dicen en Twitter. ¡Vaya!, según Marca Guardiola busca excusas. Respondo unos SMS. Acaba el día. ¿Has estado ocupado? Sí, bastante. ¿Has producido? Poco, muy poco. Esto es vida reactiva.

Salvando las distancias estoy seguro que estas dos historias te resultan familiares.

Qué es una vida activa o de intención

Vida activa o de intención es aquella en la que la mayor parte de nuestro tiempo de trabajo lo pasamos haciendo lo que previamente hemos decidido que haríamos. Una vida activa implica previsión, planificación, organización, intención y concentración. Estas no son palabras puestas por llenar y por lucir bonito. Cada una de estas palabras encierra parte de la solución al problema arriba planteado de la vida reactiva.

Previsión: Uno se anticipa a los acontecimientos. Qué puede ocurrir durante el día. Cómo responderé a esos acontecimientos. Qué prioridades tengo para hoy. Dónde puedo trabajar tranquilo y cuanto tiempo tendré disponible. Dedicaré ese tiempo de silencio y calma a llevar a cabo mis tareas más importantes. Esto es previsión.

Planificación: En atención al tiempo disponible, a tu nivel de energía a lo largo del día y al número, la importancia y la dificultad de las tareas por hacer, decido qué hago en cada momento del día.

Organización: Orden. Una cosa a la vez. Lo realmente urgente primero. Lo importante después. Lo complicado o tedioso en momentos en los que tu energía esté elevada. Todo lo demás para después. Busca un sistema que te funcione y síguelo. Haz ajustes y trata de mejorarlo con el tiempo.

Intención: Yo decido qué hacer con mi tiempo y no los demás. Ahora he decidido escribir mi libro y escribo mi libro. Ahora toca responder emails. Ahora conecto con la gente en Twitter y en Facebook. Pase lo que pase, salvo causa de fuerza mayor, voy a hacer lo que yo he decidido hacer con mi tiempo. Los demás esperan.

Concentración: La productividad necesita de la concentración. Fuera distracciones. Si he de escribir Twitter y Facebook sobran. ¿Móvil conectado? No, no quiero interrupciones. Las interrupciones matan al proceso creativo. Silencio, calma y buena iluminación es cuanto necesito para producir como es debido. Todo tiene su momento. Una tarea a la vez y toda distracción eliminada o minimizada. Este es el gran “secreto” de la productividad.

No reniego de Twitter, ni de Facebook, no me quejo de los emails, ni de las llamadas inoportunas de teléfono. Estas son herramientas con las que convivimos. No tienen nada de malo siempre que se utilicen con intención. Uso Twitter porque ahora quiero usar Twitter. Respondo emails porque ahora es el momento de responder emails.

Cómo lidiar con lo que no controlamos

Puedes pensar, y con razón, que somos nosotros los que a fin de cuentas decidimos abrir el correo, ver vídeos en Youtube, mandar mensajes por Twitter o mirar las fotos en Facebook. Nosotros tenemos poder de control sobre estas distracciones. ¿Pero qué pasa cuando nosotros no controlamos lo que nos distrae? Ruidos del exterior, voces, apariciones inesperadas del jefe pidiéndonos hacer tal o cual recado, y como no, las dichosas llamaditas.

Cuando una distracción no se puede eliminar se minimiza. Salvo que seas telefonista el teléfono es prescindible en la mayoría de interacciones. Sustituye el teléfono por el email con medio de comunicación. Minimiza las llamadas entrantes. No fomentes que la gente te llame por teléfono. Muestra tu preferencia por la comunicación escrita.

¿El jefe quiere algo de ti en un momento inoportuno? ¿Cada día pasa lo mismo? Trata de que tu jefe y tú os reunáis para tratar todos los temas en un mismo momento del día.

Sinceramente, no te puedo dar la receta para cambiar tu vida reactiva en una vida activa. Eso lo vas a tener que hacer tú. Cada uno sabe cuál es su situación y en qué condiciones vive y trabaja. Muchos escenarios posibles. Yo tan sólo te ofrezco una perspectiva que te ayude a trazar tu propio camino. Suerte.

¿Vives en modo reactivo o activo? ¿Cómo lidias con las distracciones?

¿Crees que este artículo puede resultar interesante a alguien a quien conoces? Compártelo clicando los botones de abajo o por cualquier otro medio. Gracias!

Cuando estés listo, hay 2 maneras en las que te puedo ayudar:

1. EmprendeCreador University: Comunidad privada en la que aprenderás a lanzar y hacer crecer un negocio de creador de coaching, consultoría o experto.

2. Negocio Escalable: Consultoría 1 a 1 con David para sistematizar y escalar tu negocio. Esta consultoría es para Agencias, Negocios B2B, Coaches, Consultores y Educadores Online de Ticket Alto.

Únete a más de 20.000 suscriptores y recibe un consejo práctico cada semana para lanzar, hacer crecer y monetizar tu negocio online de cursos, coaching o consultoría.