Cuando escuchamos los términos emprendedor (empresa) y online (o internet) juntos rápidamente nos viene a la mente la imagen de Facebook, Twitter, eBay, Google, Flickr y muchas otras grandes compañías por el estilo. Han sido éxitos sonados debido, en gran parte, a la innovadora (y en algunos casos revolucionaria) idea que tienen detrás, pero si atendemos a la realidad, la mayoría de negocios en internet no triunfan por basarse en una increíble idea sino por estar bien ejecutadas. Desde personas individuales a grandes multinacionales se ganan el pan, y muy bien por cierto, no por ser revolucionarios sino por hacer su trabajo mejor que la competencia. Podría mencionar cientos de ejemplos, y me quedaría corto, pero creo que con uno será suficiente: Zappos.
Zappos
Zappos fue vendida a Amazon en el 2009 por una cifra aproximada de 1.200 millones de dólares. ¿Sabéis a qué se dedicada esta compañía? A vender calzado. Exactamente, algo tan básico como vender calzado. ¿Pero que hizo de Zappos el vendedor online número 1 de calzado? Algo tan conocido como la atención al cliente. La estrategia de Zappos para crecer y diferenciarse del resto de competidores fue tener la mejor atención al cliente del mercado: envío a domicilio gratuito; 365 días para devolver cualquier compra; El envío llega en no más de 5 días, aunque la gran mayoría de pedidos llegan al día siguiente de haberse hecho la orden de compra; sus almacenes están en funcionamiento las 24 horas del día de los 7 días a la semana; centralita de llamadas abierta las 24 horas y todo los días de la semana, con una atención exquisita al cliente, teniéndolo en línea todo el tiempo que sea necesario para satisfacer sus demandas correctamente. Gracias a estas prácticas, Zappos pasó, en un periodo de 9 años, de 0 a 1.000 millones de dólares en ventas. ¿Nada mal verdad?
Aquí os dejo un interesantísimo artículo (en inglés) en el que Tony Hsieh explica el porqué de la venta de Zappos: Why I sold Zappos.
Lo importante no es la idea sino su ejecución
Por lo tanto, la clave del éxito de una startup online (y offline) no está en comerse el coco buscando ideas revolucionarias que cambiarán el mundo para siempre sino, más bien al contrario, en ejecutar lo mejor posible ideas que ya existen. La creatividad debe de estar presente, más que no en la idea central en la que se basa el negocio, en la actividad empresarial, esto es: en la forma de relacionarse con los proveedores y consumidores; en la organización de los propios medios, en la distribución de los productos, en las campañas de marketing, y un largo etc. Es así como conseguiremos que nuestra empresa se diferencie de la competencia y, con ello, ampliar nuestra cuota de mercado y disfrutar de las ganancias.
La competencia en contra de lo que se cree no es algo malo
La excusa perfecta a cualquier idea de negocio suele ser: “hay demasiada competencia”. O en otras palabras: “las empresas ya están establecidas y ya deben de haber fidelizado a sus clientes. No tendremos oportunidad de entrar en ese mercado”.
Cuando se lo escucho decir a alguien a mí me entra la risa (silenciosa). La competencia lo único que significa para mí son dos cosas: (1) que hay dinero en ese mercado (de lo contrario estarían todos quebrados); y (2), una mayor facilidad para crear mi empresa, pues ya tengo la referencia de cómo está funcionando la competencia, de sus prácticas, de su modelo de negocio, de su trato con los clientes, y un largo etc.
En cuanto al primer punto está claro, a más competencia mayor es el mercado y mayores las posibilidades de que nuestro negocio sea viable. Que se vayan olvidando las grandes empresas de la fidelización perpetua de sus clientes. En cuanto una empresa se dé a conocer (via promoción), si su producto es bueno y su servicio al cliente supera al de la competencia, no hay fidelización que valga, pues el cliente no es tonto, va a donde más le conviene. Me podrías decir que el cliente no siempre sabe lo que le conviene, en ese caso yo te respondería que para eso estás tú y tu equipo de marketing: para mostrarle al cliente porque tu empresa es mejor que la competencia.
Conclusión
Las buenas ideas de negocio son un plus para toda empresa que quiera tener éxito pero ni mucho menos son requisito necesario para este. Con una idea aceptable ejecutada mejor que la competencia tienes más probabilidades de ser exitoso que con una magnífica idea ejecutada pobremente.
La búsqueda de ideas revolucionarias no debería ser nunca una prioridad para el emprendedor pues, en la mayoría de los casos, conduce a un estado de frustración por la falta de resultados obtenidos. Las ideas revolucionarias además tienen el inconveniente de necesitar de una importante inversión de capital inicial, por lo que seguramente se necesitará acudir a financiación externa (entidades financieras, inversores ángeles, etc.). Luego tienes que convencerles de que tu idea de negocio es realmente revolucionaria (y no sólo en tu mente) y de que se puede llevar a cabo por una suma razonable. El problema de las ideas revolucionarias es que hay que convencer a los demás de su cualidad. Como se trata de una idea revolucionaria los inversores no tendrán referencias con las que comparar tu idea de negocio por lo que desconfiarán de su potencial. Estos son algunos de los obstáculos a los que se deberá enfrentar todo emprendedor con una idea de negocio supuestamente revolucionaria. Tanto la dificultad que supone encontrar tales ideas como los numerosos obstáculos para llevar a cabo su ejecución aconsejan a concentrar nuestros esfuerzos en emprender iniciativas empresariales más realistas.
La innovación y la creatividad, más que en la idea de negocio, tiene que estar en la ejecución de ésta. Diferénciate de la competencia por cómo llevas tu negocio y el éxito para tu empresa estará asegurado.
¿Y tú qué opinas?
¿Tienes alguna experiencia que compartir en la búsqueda de ideas revolucionarias? ¿O tú, como yo, te decantas por centrar tus esfuerzos en la ejecución de las ideas? Deja tu comentario abajo o házmelo llegar via Twitter.
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