¿Qué te parece la idea de que los contenidos que tienes visibles en Internet sean personalizados a tus intereses?
Buena idea, ¿no? A simple vista tener un Internet a la carta (según tus gustos y preferencias) parece un objetivo deseable.
Eso mismo piensan los grandes dominadores de la Red como Google, Facebook, Yahoo, Twitter, Amazon, Netflix y los grandes medios digitales.
La apuesta es clara: filtrar los contenidos para mostrar tan sólo aquellos que sean más relevantes para el usuario. En resumen, un internet a la carta de cada uno.
El problema es que la carta no la decidimos nosotros, al menos no de una forma consciente, sino que se encargan de ello unos enigmáticos algoritmos.
Estos algoritmos trabajan en la sombra decidiendo por nosotros qué historias debemos ver y cuáles no.
Son los nuevos editores del mundo que deciden cómo se maneja el flujo de información en la Red.
Pero, ¿qué saben ellos de lo que es verdaderamente relevante para mí?
El otro día recibí del perfil en Google + de Alfonso Alcántara (Yoriento) un vídeo (9:05 minutos) sobre este asunto que merece la pena que veas. No tiene desperdicio. El vídeo está en inglés subtitulado al español.
Eli Pariser, en esta brillante presentación, expone los riesgos que tiene dejar que los algoritmos decidan la información que vemos en Internet en base a nuestros gustos personales.
2 ejemplos del todo reveladores:
En el primer ejemplo, un periodista le preguntó a Mark Zuckerberg sobre el funcionamiento del News Feed (muro Noticias) de Facebook. Éste respondió:
“Una ardilla muriendo delante de tu casa puede ser más relevante en estos momentos para tus intereses que gente muriendo en África”.
En el segundo ejemplo, Pariser pidió a dos amigos suyos (Scott y Daniel), ambos de Nueva York, que buscaran en Google la palabra “Egypt”.
Las páginas de resultados que éstos obtuvieron de la misma búsqueda fueron totalmente distintas. Lo dramático del asunto es que a Daniel no le apareció ninguna referencia sobre las protestas de Egipto, a pesar de ser una historia reciente que estaba dando la vuelta al mundo.
¿Esta es la Red que queremos construir?
La idea que subyace: basar la relevancia de los contenidos de forma exclusiva en los gustos, preferencias o intereses del usuario es un error.
Hemos de trabajar por construir algoritmos que sepan discernir lo interesante y popular de lo importante y necesario.
En esta dirección: Twitter mejora el algoritmo de sus trending topics
Como Pariser dice, corremos el riesgo de vernos atrapados en una burbuja de filtros que nos aísle del exterior.
Podemos pasar de la Red que nos conecta a todos a la Red unipersonal del “yo”, una burbuja de información donde no entran nuevas ideas, personas o perspectivas que nos desafíen y amplíen nuestra visión del mundo.
Del discurso de Eli Pariser se concluyen tres demandas:
1. Una mayor responsabilidad de las compañías a la hora de determinar los indicadores o señales que utilizan sus algoritmos y el peso relativo que éstos tienen en la atribución de relevancia de los contenidos para el usuario.
2. Una llamada a la transparencia para que las compañías desvelen más información sobre el funcionamiento de sus algoritmos. Concretamente, qué indicadores y qué peso tienen en la atribución de relevancia de los contenidos.
3. Una petición a las compañías para que pongan a disposición del usuario mecanismos para que seamos nosotros mismos quienes controlemos los contenidos que queremos ver.
En resumen, Internet a la carta sí pero con responsabilidad, conocimiento y control.
Esto origina un debate. ¿Quién debe controlar el flujo de la información en Internet? ¿Qué fórmulas utilizar para optimizar la exposición que tenemos a la información? ¿Quién vigila a los vigilantes?
Sea como sea, Internet debía ser una ventana abierta al mundo y no un mundo cerrado en uno mismo.
¿Qué opinas de esta tendencia imparable a la personalización de los contenidos? Deja abajo tu comentario.
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