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10 Formas de Simplificar Tu Vida

escrito por  David Cantone

Simplifica Vida

Las personas tendemos a complicarnos demasiado la vida y, consecuencia de ello, acabamos viviéndola en el caos y la confusión. Puede que no lo percibas pero uno de los principales obstáculos de tu felicidad es precisamente esa complejidad en la que vives. Simplificar la vida no es más que identificar qué cosas (en el sentido amplio del término) realmente necesitas para vivir bien y eliminar el resto. Tan sencillo (y complicado a la vez) como eso.

¿Cuál es el verdadero sentido de simplificar nuestras vidas? El objetivo de ello es doble: (1) tener más tiempo para destinarlo a esas tareas que realmente te hacen sentir realizado en la vida o para pasarlo con las personas que quieres; y (2) liberarte de las ataduras de lo material y evitar la dependencia financiera y, con ello, disponer de más recursos para destinar a lo que realmente aporta valor a tu vida. Los consejos que a continuación vas a leer están dirigidos directamente a la consecución de estos dos objetivos.

“La sencillez es hacer el viaje de esta vida con el equipaje justo y necesario” . Charles Dudley Warner (traducción suplida).

Nota: No trates de aplicar todos los consejos a la vez porque no te funcionará. Mejor será que te centres en uno o dos de ellos cada vez o elige aquellos que mejor se adapten a tus necesidades.

1. Identifica Tus Prioridades y Haz que Tu Vida Gire en Torno a Ellas

¿Cuáles son aquellas actividades que más te satisfacen? ¿A qué actividades te gustaría dedicar tu tiempo? Haz una lista con aquellas 4 o 5 actividades que más satisfacción aportan a tu vida. Mi lista actual de prioridades: leer, escribir, hacer ejercicio, emprender y conectar con otras personas. Todo lo que no tenga una relación directa con alguna de estas actividades trato de evitarlo o eliminarlo de mi vida. Si haces lo propio, verás como tu vida gira en torno a aquellas cosas que realmente quieres hacer. Eliminando de tu vida todo lo que no tenga relación con tus prioridades consigues más tiempo para hacer lo que realmente te gusta.

2. Regala, Vende o Desecha Todo Objeto que No Uses

Las personas tendemos a acumular objetos que no utilizamos en nuestras casas con la esperanza de que más adelante nos serán útiles. Liberarnos de los objetos que saturan nuestros hogares tiene una repercusión muy positiva en nosotros. Es como si la limpieza y el orden exterior tuvieran el mismo efecto en nuestro interior. A más objetos a nuestro alrededor más confusión y estrés, a menos objetos a nuestro alrededor más claridad de ideas y paz interior.

El plan que estoy siguiendo yo para limpiar mi casa de objetos innecesarios es el siguiente: cada domingo selecciono 5 objetos que no uso desde hace tiempo y me deshago de ellos. Es recomendable regalarlos a alguien que sí les pueda dar un uso o bien venderlos, si no es posible o es mucha molestia para ti el proceso puedes simplemente tirarlos. Lo dejo a tu elección.

Un truco: cuantos menos armarios, cajones, cajas y estanterías tengas en casa menos objetos acumularás inútilmente. Limita la cantidad de muebles que tienes en casa que se utilizan para contener y guardar objetos y lograrás a su vez acumular menos objetos innecesarios.

Para que te hagas una idea, entre las cosas que me voy a deshacer (regalar, vender o tirar) esta semana se encuentran: un piano electrónico, dos ordenadores estropeados, una impresora-escáner, un maletín para llevar el portátil, apuntes de la carrera, etc. Así cada semana hasta que en mi casa haya lo estrictamente necesario.

3. Desconecta de los Medios de Comunicación Tradicionales

Yo no leo revistas, ni periódicos, ni veo la televisión (a excepción de algún partido de fútbol o algún capítulo suelto de Los Simpsons), ni escucho la radio. ¿Por qué? Simplemente me di cuenta que consumían una valiosa parte de mi tiempo y no me aportaban valor a mi vida. Actualmente sólo leo libros y algunos pocos blogs que han demostrado aportarme un verdadero valor a mi vida. Todo el contenido físico y online que consumo está relacionado con temas de mi interés (marketing, negocios, ejercicio, salud, productividad, filosofía antigua, etc.). No hay sitio para lo innecesario.

4. Acerca Tu Casa a Tu Lugar de Trabajo o a la Inversa

¿Cuánto tardas de ir de tu casa al trabajo? Sin trampas, desde que sales por la puerta de tu casa hasta que entras por la puerta de tu trabajo. Si es más de 30 minutos tienes un problema. Yo hoy por hoy tardo entre 10 y 15 minutos en bicicleta. Pasarse mucho tiempo de camino al trabajo o de camino a casa cuando regresas de tu jornada laboral no sólo consume tiempo que podrías dedicar a tus prioridades sino que además te agota mental y físicamente.

La solución: acercar tu casa al trabajo o el trabajo a tu casa. Seguro que cerca de tu trabajo hay pisos en alquiler. El tiempo es más valioso que el dinero. Si por vivir cerca de tu trabajo has de pagar un poco más, y aunque el piso sea algo peor que el que tienes ahora, creo que puede merecer la pena darle una oportunidad.

5. Elimina el Coche de Tu Vida

Si vives en una ciudad europea tú no necesitas coche. Tener un coche, en mi opinión, es un error. Tener un coche implica muchos otros gastos a parte de la compra del vehículo como pagar por sus arreglos, la gasolina, las multas, el parking, el seguro, sus accesorios,  etc. Yo me niego a comprar un coche, me niego a contaminar la ciudad y me niego a quedar cada día atrapado en caravanas con ruidos de claxon e insultos varios. Haz lo propio y tu salud y la de tu cuenta bancaria lo agradecerá.

Alternativas: bicicleta, bicicleta eléctrica, metro, bus o como nuestra naturaleza manda, a pata. Si vives muy lejos de tu trabajo mi recomendación no es que te compres un coche sino que acerques tu casa a tu trabajo o a la inversa.

6. Utiliza Internet de Forma Inteligente

El hecho de pasar más rato delante del ordenador en detrimento de los medios tradicionales no quita que puedas desperdiciar tu valioso tiempo. Más bien al contrario, Internet es una fuente constante de distracciones y contenidos de dudoso valor para tu vida. Así que mi propuesta es que uses internet con cabeza a fin de evitar precisamente que tu tiempo se dilapide inútilmente. Veamos algunos consejos prácticos para hacer un uso inteligente de internet.

  • Busca mentores y dedícales tu tiempo de aprendizaje: El aprendizaje de las materias de nuestro interés es necesario para formarnos y tener éxito en nuestros proyectos. El problema es que el tiempo que podemos dedicar al aprendizaje es limitado. Mi consejo: dedica ese tiempo a aprender de los buenos. Sigue a unos pocos mentores que hayan demostrado que sus contenidos te ayudan a mejorar en tu carrera profesional y en tu vida. De vez en cuando puedes ponerte en búsqueda de nuevos mentores pero siempre centrando tu tiempo a aquellos que ya sabes que te aportan valor. Esto es aplicable tanto en el mundo online como offline.
  • Usa las redes sociales un tiempo limitado al día y con un propósito claro. Las redes sociales pueden llegar a ser hasta cierto punto adictivas y, sin apenas darnos cuenta, podemos consumir gran parte del día en ellas. Mi consejo es que les dediques un tiempo limitado al día y que cuando las uses sea con vistas a un objetivo concreto. Por ejemplo, conectar con tal o cual persona, compartir un mensaje de valor para tus seguidores y conocidos, responder preguntas o mensajes de tu comunidad, etc. Las redes sociales usadas de forma inteligente son un gran aliado para lograr tus objetivos pero usadas sin cabeza pueden ser tu peor enemigo.

7. Limita Tu Trabajo a Una Tarea Importante al Día

Las personas tendemos a subestimar lo que podemos conseguir con la suma de pequeños esfuerzos a lo largo del tiempo, pero también tendemos a sobrevalorar lo que podemos lograr en un sólo día de trabajo. La idea aquí consiste en no saturar tu día con multitud de tareas. En vez de eso te recomiendo que te preguntes cada mañana lo siguiente: “Qué tarea puedo hacer hoy que me acerque a mi objetivo (o que me acerque a la conclusión del proyecto que tengo entre manos)”. Haz eso en tu tiempo libre. El tiempo dedicado a la realización de tareas que te acercan a tus metas es siempre bien recibido. En cambio, satura tu día de tareas de dudosa valía para la consecución de tus metas y acabarás la jornada con un amargo regusto de insatisfacción y tiempo perdido.

Si trabajas de 8 a 17-18, como yo, en un trabajo que poco o nada tienen que ver con tus proyectos, hacer una tarea al día es más que suficiente. Si dispones de mañana y tarde para dedicar a tus proyectos entonces puedes hacer 2 tareas importantes al día, una por la mañana y otra por la tarde, por ejemplo.

8. Compra Cosas que Realmente Necesitas o Quieres

Vivimos en una sociedad consumista donde lo material está más valorado que lo espiritual. Ya que girar las tornas en favor de lo espiritual en el mundo en que vivimos es extremadamente difícil al menos vamos a tratar de nivelar la balanza. Aquí van unos consejos para gastar dinero de forma inteligente y limitar, con ello, la cantidad de objetos innecesarios que entran a nuestras vidas.

  • La lista de los 30 días. Antes de comprar cualquier cosa escríbela en una lista creada al efecto y señala la fecha en la que se inicia tu interés por esta. Pasados 30 días, si tu interés por su compra se mantiene intacto, y si todavía piensas que realmente la quieres o la necesitas, entonces sí puedes comprarla. De lo contrario no la compras. (Este consejo lo conocí gracias a Leo Babauta, autor y blogger de prestigio que comparte con el mundo su camino hacia una vida minimalista).
  • Entra 1 salen 2. Cada vez que compres algo nuevo dos cosas que tengas deben de salir de tu casa y de tu vida. Es una fórmula infalible para evitar la acumulación de objetos innecesarios en tu casa. Esas dos cosas que salen las puedes regalar, vender o tirar.
  • La tasa del viajero. La vida se nutre de experiencias y no de objetos. Una buena forma de cumplir con esta afirmación es cobrarte a ti mismo un tasa por la compra de todo producto que hagas. Por ejemplo, una tasa de un 10% del precio total del producto. El dinero recaudado con cada compra va a una cuenta que tengas a parte (o a una hucha cerdito) y, con el tiempo, cuando el ahorro conseguido te lo permita, te lo gastas en experiencias. Para mí una buena fuente de experiencias vitales son los viajes. De ahí el nombre de “la tasa del viajero”. Esta es una buena fórmula para asegurarte de que tu vida no queda desprovista de experiencias vitales. Es dinero lo puedes destinar a otras experiencias que no sean tan costosas como ir al teatro, al cine, hacer una excursión, una comida con amigos, etc.

9. No Hipoteques Tu Vida

Si aún estás a tiempo de evitarlo, no contrates una hipoteca con un banco. Lo mismo te podría decir de los préstamos. Evita endeudarte a toda costa. Pedir una hipoteca para comprar un piso podría haber tenido su sentido hace años, cuando los precios estaban al alcance de muchos y el paro era la excepción. Hoy en día, con los precios disparados y la inestabilidad laboral que hay, meterse en hipotecas y préstamos es un suicidio financiero. Saber que mes tras mes, vayan bien las cosas o no, tienes que pagar x dinero genera un estrés emocional que limita mucho tu libertad personal y tu potencial emprendedor. La alternativa es vivir de alquiler, compartir piso con 2 o 3 personas y disfrutar de una vida sin deuda. Puedes vivir donde quieras y con quien quieras y, lo mejor de todo, destinar tus recursos a tus proyectos y a vivir la vida.

10. Trucos y Consejos para Lidiar con el Correo Electrónico de Forma Efectiva

El correo electrónico es un gran invento, pero como todo invento tiene su parte buena y su parte mala. La buena todos la conocemos, la mala es que si nos descuidamos acabamos mirando el correo y respondiendo mensajes cada 15 minutos. Es decir, hemos de acabar con el uso reiterado a lo largo del día del correo. Con los smartphones y las tablets ha empeorado si cabe ese efecto negativo de mirar el correo cada dos por tres ya que ahora lo tenemos accesible a cualquier momento y en cualquier lugar. Aquí van algunos consejos para lidiar con ese efecto negativo del correo electrónico.

  • Limpia tu bandeja de entrada de basura. ¿Demasiados mensajes en tu bandeja de entrada irrelevantes o poco relacionados con tus intereses? Haz limpieza. Borra tus suscripciones a newsletters que ya no te aportan nada (los emails de las newsletter por ley deben contener una opción para borrarte). Puedes mover a un remitente que sólo hace que mandar tonterías a “correo no deseado”. Incluso puedes bloquear remitentes para evitar que te manden su basura o correo no deseado (cada servicio de correo electrónico tiene su opción para ello).
  • Echa abajo tu cuenta de correo electrónico. Si la carga de emails que recibes te supera puedes cerrar tu cuenta, abrir una nueva y empezar de 0. Esta vez sí con más cuidado a la hora de pasar tu cuenta de email a otros o de suscribirte a newsletters de poco interés. Este consejo lo conocí de Guy Kawasaki, quien al parecer cada vez que recibe la noticia de que un amigo ha fallecido decide cerrar para siempre su correo electrónico actual en su honor. Asegúrate antes de no perder mensajes importantes y de pasar a tus contactos (los que tú quieras) tu nuevo correo.
  • Responde los emails con no más de 5 líneas. Es difícil lo sé. Yo mismo soy de los que suele poner parrafadas en las respuestas, pero es algo que ya no me puedo permitir. Cada vez recibo más consultas y mensajes varios y si quiero responderlas todas (todas las que merecen respuesta) tengo que limitar mis respuestas a pocas líneas. Lo bueno: te fuerza a condensar lo más importante de tu respuesta y evitas dar demasiadas vueltas a lo mismo. Pruébalo tú también. Descubre más sobre este consejo en el blog de Mike Davidson.
  • Limita tu número diario de emails enviados. Una buena forma de limitar tu tiempo mandando emails es limitando la cantidad de estos que puedes mandar en un día. De 5 a 10 es un buen número donde poner el límite.
  • Consulta tu email no más de una o dos veces al día. Yo de hecho no lo consulto ni una vez al día. Si el asunto fuera urgente no me lo mandarían por email sino que me llamarían. Como en mi bandeja de entrada no hay asuntos urgentes sino que todo puede esperar un día, dos o indefinidamente, lo miro sólo por la noche y no todos los días. Otra opción sería mirarlo cada día dos veces, una a media mañana y otra por la noche. La cuestión es evitar el consultar el correo demasiadas veces a lo largo del día, pues de poco sirve y corta nuestro flujo de trabajo.

“La habilidad de simplificar significa eliminar lo innecesario para que lo necesario pueda hablar”. Hans Hofmann (traducción suplida).

¿Y tú? ¿Qué otras formas conoces para simplificar la vida?

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