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Personal Branding y los Riesgos de la Fama

escrito por  David Cantone

OSCARS statuettes
Creative Commons License photo credit: prayitno

Una campaña de personal branding ejecutada con éxito nos puede situar en una posición de famoso local o famoso de nicho. A pesar de ello, a día de hoy, difícilmente se pueden alcanzar cotas de fama como las que consiguen los actores de Hollywood o, en un ámbito más local, la Belén Esteban de turno. Ahora bien, estoy convencido de que en unos años la nueva oleada de famosos provendrá de Social Media y si no tiempo al tiempo. Pero si hablamos del presente, esa fama local o de nicho, a la que he hecho referencia, sí que está al alcance de todos nosotros. Toda fama lleva consigo una serie de riesgos o problemas que le son inherentes. A mayor fama se tenga mayores serán los riesgos que entrañe. Yo hoy aquí te planteo una pregunta ¿Estás preparado para asumir los riesgos de la fama?

Yo no busco la fama ni el reconocimiento ajeno. ¿Seguro?

Os lo voy a decir claramente y sin tapujos: todos nosotros buscamos fama y el reconocimiento ajeno. De una u otra forma queremos que los demás nos digan cosas bonitas de nosotros o de nuestro trabajo. Así de sencillo. Quien niegue esto se miente a sí mismo. La popularidad y el reconocimiento es una golosina que se vuelve adictiva y a la que nadie le hace ascos. Estoy seguro que hasta el Dalai Lama y la mayoría de yoguis de la India, a pesar de su ascetismo y espiritualidad, disfrutan de su popularidad como líderes que son. Así mismo lo relataba Buddha al referirse a la mayoría de los maestros espirituales con los que se iba encontrando en su camino a la iluminación. Muy pocos se salvan de la quema.

¿Es algo malo buscar la fama?

Aquí no voy a discutir eso porque esto no es un blog de filosofía (aún :D) pero lo que sí tengo claro que la búsqueda de la fama es algo intrínseco al género humano, se podría decir que lo tenemos grabado a fuego en nuestros genes. Así que si tú sigues manteniendo que no buscas fama y reconocimiento tal vez debas ser una especie en extinción digna de preservación y estudio. Yo al menos no tengo ningún reparo en decir que busco la fama, si más no una fama de carácter local o de nicho que me permita desempeñar mi labor profesional  disfrutando de lo que haga sin tener otras preocupaciones monetarias o de escasez en la cabeza.  Estoy seguro que tú piensas como yo y es normal. De no ser así los famosos dejarían de ser famosos. Si los humanos dejáramos de valorar la fama esta perdería su razón de ser. Como no es el caso los famosos siguen siendo los más envidiados del mundo y, con ello, su popularidad se retroalimenta.

Qué tiene la fama de bueno

Para mí todas las ventajas de la fama se podrían condensar en una sola: la oportunidad que genera. La fama hay que mirarla como un instrumento que hay que utilizar a nuestro antojo para que nos genere aquellas oportunidades que deseemos tener en nuestra vida. Casi cualquier cosa que desees la fama te ayudará a conseguirlo. Es como el que quiere cruzar el atlántico y en vez de ir en barco coge un avión, o en vez de cruzar el país a pie va en coche por autopista. Imagínate que tus metas profesionales en la vida son un destino concreto (qué sé yo Cancún) y que si quieres llegar a este necesitas un medio de transporte (no vas a ir nadando ¿no?), pues bien, a más fama o popularidad tengas más veloz será tu medio de transporte. Ahora bien, también tienes que tener en cuenta que a más veloz sea tu medio de transporte, es decir, cuanto más famoso seas, más riesgo de estrellarte tendrás. Por ello, es importante saber de antemano los riesgos que implica la fama, antes de que te aventures de lleno en tu campaña de personal branding.

Qué riesgos o problemas lleva consigo la fama

1. Los demás van a mirar con lupa cada uno de tus pasos

Cualquier tropiezo que tengas puede poner en entredicho tu reputación. Aunque la mayoría de gente no dirá nada al respecto habrán muchos otros que, ya sea por ignorancia del daño que hacen o porque simplemente no les caes bien, echarán más leña al fuego para que te quemes. Ahora eres un experto, o al menos así te vendes al público, por lo que vas a tener que medir bien tus palabras, tus actos y, en definitiva, todo aquello que pueda afectar a tu marca.

Consejos: Sé siempre muy respetuosos con los demás, aprende a lidiar con las críticas y nunca antepongas el dinero a tus principios.

2. La fama inevitablemente genera envidias y enemigos.

Es inevitable, no hay nada que tú puedas hacer para caer bien a todo el mundo. Siempre habrá alguien que piense que lo que tú cuentas es basura y que eres un vendedor de humo. La crítica constructiva siempre es positiva pues te permite mejorar en lo que sea que hagas, pero la crítica destructiva, aquella que se crea con el único objetivo de causar daño, hay que saber cómo lidiar con ella. ¿Cómo lidiar con el que tan sólo pretende dañar tu imagen? Lo peor que puedes hacer es caer en la trampa de los malvados. Estos te ponen un anzuelo para que piques y luego ellos tiran fuerte para atraerte al lado oscuro de la fuerza. Te quieren arrastrar al fango con sus críticas.

Consejos: La mejorar forma de lidiar con ellos es con total y absoluta indiferencia. No te dignes ni a responderles. La humildad te ahorrará muchos enemigos.

3. La gente te pedirá consejo y ayuda.

A medida que te hagas conocido en tu nicho y los demás vean que tienes éxito en lo que haces no tan sólo crecerán los clientes sino también aquella gente que querrá cosas de ti gratis: que les des consejos; recibirás muchos comentarios en tu blog que esperan ser respondidos; que respondas sus e-mails; que aceptes sus invitaciones a eventos; que hagas entrevistas; que participes en sus proyectos e incluso te pararán por la calle y querrán que hables con ellos un rato.

Dicho así esto no parece algo malo, puedes pensar. Y no lo es, pero el tiempo que consumen sí que lo es, o, al menos lo es si pretendes continuar siendo una persona productiva. Recuerda que es el trabajo productivo el que te llevó a donde ahora estás. Un comentario aquí, un e-mail por allá y una charla por el otro lado y, sin darte cuenta, ya se te han ido 2 horas que podrías haber aprovechado de una mejor forma.

Muchos bloggers que se han convertido en famosos han decidido quitar la opción de comentar en sus blogs (ver Steve Pavlina, Leo Babauta o Seth Godin); otros simplemente no responden nunca o casi nunca; otros como Tim Ferris y Naomi Dunford utilizan a un asistente virtual que filtre sus e-mails y les remita sólo los que puedan ser de su interés; y otros lo responden todo. Ahora bien, la mayoría de estos siempre permiten que su audiencia contacte con ellos de alguna forma, es decir, dejan un canal abierto a la comunicación. Por ejemplo, Steve Pavlina tiene un foro en el que puedes discutir de los temas de su blog; Seth Godin responde todos los e-mails que recibe, siempre y cuando valgan la pena ser contestados.

Escucha estas palabras sobre el tema de un sabio – Fernando Fernán Gómez

Es una opción más: mostrar tu antipatía para evitar ser molestado. Eso pocas veces resulta bien, a no ser que logres que la gente te quiera precisamente por esa antipatía, como el caso de Risto Mejide.

Consejos: No seas rudo y responde siempre cortésmente y con educación. No tengas ningún reparo en decir que no. Delega aquellas tareas que se pueden delegar y que no te gusta hacer. Selecciona la forma o el medio que prefieres utilizar para comunicarte con tu audiencia y limítate o céntrate en esa, pero siempre deja un canal abierto para que se comuniquen contigo. Por más comentarios que recibas en tu blog responder dos o tres en cada post no te cuesta nada o casi nada. Hazlo y tu imagen se verá recompensada.

Conclusión

Este artículo no lo he escrito para que te asuste el ser famoso en tu nicho o para que te repienses el trabajar en tu marca personal. El personal branding es el futuro y, concretamente, tu futuro para mantenerte a flote por muchos años y por delante de tu competencia. Este artículo lo he escrito para que seas consciente de los peligros que te van a acechar y para que estés preparado para cuando lleguen, pues lo harán. A más fama más riesgos y peligros, por lo tanto, más cuidadoso deberás ser con los pasos que des. La reputación de tu marca se nutre de tus palabras y actos de una forma constante y sin pausa día, tras día, tras día; aquí no hay tiempo muerto que valga, pues hoy en día todo o casi todo lo que hacemos está expuesto a los demás.  Actúa en consecuencia y nunca antepongas una venta rápida que pueda dañar tu imagen; muéstrate accesible a los demás pero conserva tu espacio físico y de tiempo para ti, los tuyos y tu trabajo; distingue lo importante de lo intrascendente y dedica la mayor parte de tu esfuerzo y tiempo a lo primero; no olvides quien te sustenta donde ahora estás. Sigue estos consejos y los que más arriba te he dado y de bien seguro que tú camino será todo un éxito.

¿Y tú qué opinas? ¿Eres de los que reniega de la fama o la buscas al igual que yo? ¿Conoces otros riesgos que puedan acechar a un famoso de nicho? Deja tu comentario abajo o charlemos sobre ello en Twitter.

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